Los barrancos pueden cambiar mucho segun el caudal de agua que lleven a la hora de descenderlo. De un apacible paseo entre bonitas formaciones con un hilo de agua para refrescarse en las cascadas, se puede pasar a un infierno de agua blanca desbocada que convierten el descenso en una prueba de tecnica y fuerza en cada obstaculo.
Aqui os dejamos algunos ejemplos de barrancos que hemos descendido con fuerte caudal y en periodo de estiaje seco o casi seco, con la diferencia de dificultad y tiempo, aunque los hemos disfrutado casi por igual.
Estas cuatro primeras fotos corresponen al barranco de Otin en Guara. La vez de fuerte caudal no nos atrevimos a bajarlo, porque era nuestra primera visita y no conociamos sus caracteristicas, aunque ahora si que lo bajariamos con esa cantidad de agua.
Uno de los primeros resaltes, rapelable o saltable.
El primer gran salto de agua, unos 70 metros de cascada.
Estas dos fotos son de la garganta de las Gloces, con un hilo de agua y con un caudal majo, aunque no daba problemas.
Estos cambios de caudal se producen entre estaciones o tras fuertes lluvias, no es habitual que un barranco crezca asi en horas, aunque siempre hay que estar atento a la metereologia y a la cuenca de recepcion del barranco antes de meterse. Es un consejo!